lunes, 20 de junio de 2016

MI FANTASMA. Un relato de Isa Trillo.


Hola, hija mía, te escribo desde la cárcel esta carta para tu funeral; siento no estar ahí, siento haberte decepcionado, siento no haber podido salvarte; aún estarías aquí si te hubiera impedido ir, si no hubiera confiado nunca en ese tipo tanto como tú lo hacías.  No sabes cuánto lo siento.  No sabes cuántas lágrimas caen de mis ojos al recordar tu cuerpo en ese lugar. No sé..., recuerdo la forma en la que te solías enfrentar al mundo..., podrías haber hecho grandes cosas.  Pero mira nuestro fin; yo aquí en la cárcel por intentar vengar a mi hija, y tú muerta; no puedo evitar echarme la culpa, lo siento mucho, de verdad".

Esta es la carta de mi padre, y te preguntarás cómo puedo escribir esto estando muerta,  al principio yo tampoco lo entendía, incluso pensaba que estaba  viva, hasta que vi mi cuerpo a mi lado, con sangre; estaba pálida..., pero recordaba todo perfectamente, para mi desgracia.

Todo empezó el primer día de instituto, yo estaba con mis amigas, todas estábamos nerviosas, pero emocionadas a la vez, entramos en clase y allí lo vi, a Tom.  Llevaba detrás de él unos dos años, para él yo era invisible, así que ni me lo pensé cuando ese primer día de clase me pidió una cita, no podía creerlo, fue tan repentino...

Tom era el hijo del mejor amigo de mi padre, él confiaba en Tom como si fuera su propio hijo, gran error, pero no fue su culpa lo que me pasó, ¿cómo iba a saber él que acabaría matándome?

Esa misma tarde, me vestí, y espere a que Tom me viniera a buscar en su coche, yo no podía estar más contenta, aún no podía creerlo.  Mi teléfono sonó, era un mensaje de Tom, decía que bajara, y así hice.

Una vez en el coche miré a Tom y le pregunté a dónde íbamos, él no se molestó en mirarme, sólo me dijo con un tono algo seco que ya lo vería.  Algo pintaba mal, no pronunciamos palabra en todo el camino, en media hora de largo viaje.  Al fin, paramos cerca de una casa en el campo, estaba en muy mal estado, pero ya no había forma de volver atrás.  Así que simplemente seguí a Tom hasta el interior de la casa a la que me condujo.

La casa estaba oscura y sucia, tenía ganas de irme.  Le dije a Tom que conocía un bar cerca de allí, al que podíamos ir; me gritó un "¡No! rotundo y seco... y me tiró al suelo de un empujón.  Empecé a llorar tratando levantarme del suelo, pero él me estaba arrastrando hacia dentro de una habitación muy pequeña, en la que no había nada, estaba completamente vacía.

Seguía llorando y preguntándole por qué; él me pidió que me callara y se sentó a mi lado, me explicó que hacía todo eso por su padre, que él le obligó a secuestrarme y encerrarme en esa habitación, y que tarde o temprano me mataría, todo por una pelea entre mi padre y el suyo, una gran pelea al parecer.

 Me explicó que todo pasó al principio del verano del año anterior, cuando los dos estaban en el bar, un hombre se sentó la lado de su padre y les ofreció un montón de dinero por robar un pendrive de la oficina de su jefe que contenía datos de muchísima importancia.  El padre de Tom dijo que no, al instante; pero mi padre acabó diciendo que sí "-necesitamos ese dinero", dijo.  Él robó el pendrive, y cuando se dieron cuenta de su falta, le echó la culpa al padre de Tom, y lo metieron en la cárcel.

Por eso estaba yo ahí; su padre quería vengarse matándome.  Tome empezó a llorar, como yo; me pidió perdón y acto seguido... me apuñaló.

Me encontraron a los dos días, ni que decir tiene que nunca me había sentido peor, no sólo por mí, sino también por mi familia, no sabía qué pensar sobre mi padre, por un lado le odiaba por haber hecho eso, pero por otro lo entendía.  Se volvió loco.  Siguió a Tom en coche para ver si descubría algo, ya que fue el último en verme viva, nunca pensó que él hubiera hecho lo que hizo, pero sabía que me había matado.  La tristeza y el coraje lo volvieron loco, se chocó contra el coche de Tom a proósito, matándolo.  Mi padre no era una mala persona, hizo lo correcto al final, se entregó a la policía.

Volviendo a la actualidad, estoy aquí con Tom, él no se perdona por lo que hizo, pero con el tiempo lo hará, ahora tiene todo el tiempo del mundo; yo le perdono, en sí no es su culpa, ya me vengaré cuando muera su padre, lo más triste es ver como preparan mi funeral, no me gusta nada verlos así; pero sé que lo superarán, ahora sólo me queda planear mi venganza,... esperar.

Historia basada en el artículo: "El conductor del atropello de Marbella está procesado por la desaparición de una chica"  La Opinión.  11/05/2016.